Dar culto a Dios es alabarle, amarle, admirar sus obras y, si tomamos en serio los salmos, a veces también exponerle nuestra angustia, frustación o incertidumbre.
Culto de antes: -Antes la Iglesia había distanciado a Jesús de su pueblo, encerrándolo en el ritual y en el latín y disponiendo que los sacerdotes fueran los principales o incluso los únicos participantes en el culto. -Se oraba oficialmente en latín. -Se celebraba la misa de espaldas a la asamblea. -Se representaba a Jesús en vidrieras e imágenes que le fijaban en la Edad Media. | Culto de ahora: -Ahora se utiliza la lengua o el dialecto más accesible a las asamblea local. -Se celebra la misa de cara al pueblo y en un altar más próximo a él. -Se representa a Jesús como un salvador del siglo XX. -El papel de los laicos ha ganado importancia. -Los ministros ordenados ya no son los únicos interlocutores de Jesús. -Es posible encontrar en una misa católica de hoy a laicos dirigiendo la oraciones y el canto, leyendo los textos bíblicos y ayudando al sacerdote en la administración del sacramento. |